Adviento: preparación para un encuentro definitivo
Queridos hermanos:
Cuando llega el tiempo del Adviento pienso que Dios nos da siempre la oportunidad de nacer de nuevo. Desde nuestros estancamientos, nuestras mediocridades o nuestros problemas, el Adviento nos recuerda que nuestro clamor llega a los oídos de Dios y que Él siempre escucha con benevolencia el grito de sus hijos. Y lo escucha de tal manera que, Él mismo, nos ha enviado a su propio Hijo para que sea el Camino, la Verdad y la Vida que podemos encontrar los hombres para vivir plenamente dichosos.
El Adviento, pues, no es sólo un tiempo de preparación para la Navidad.
Es también preparación para el encuentro defi nitivo con Dios,al final de los tiempos, cuando Él haga nuevas todas las cosas.
En el Adviento debemos conjugar siempre: el recuerdo agradecido de lo que ha pasado, que Dios nos ha regalado a su Hijo; la apertura al presente, pues Él continua haciéndose el encontradizo en medio de nosotros; y el futuro esperanzador, a pesar de tantos momentos oscuros en nuestra vida, porque nuestro destino es la Luz, el hogar definitivo que todos anhelamos y es Dios mismo.
+ José Vilaplana Blasco,
Obispo de Huelva
Obispo de Huelva
