¿ERES TÚ EL QUE HA DE VENIR O TENEMOS QUE ESPERAR A OTRO?
Comenzaba el ponente el retiro con esta pregunta tomada del evangelio que se proclama el domingo en todas los templos católicos.Sencilla la exposición y no por ello dejó de ser profunda, dependiendo del grado de implicación que cada persona quiso tener consigo misma.
Cuando nos planteamos tener un retiro en esta época no lo pensamos porque toque en esta fecha sino que aprovechamos el adviento para hacer un alto en el trimestre y ver cómo andamos de esperanzas, de encuentros, de vida.
La verdad que llevamos un ritmo frenético y, aunque lo deseable es que tengamos todos los días un momento de silencio para dejar a Dios hacer, pues nos ayudamos a hacerlo en conjunto al menos un par de veces al año.
Los que llevan el grupo de la pastoral y en su nombre Pablo, nos ayudaron a reflexionar, a entrar en nuestro interior desde lo que es la esperanza desde tres puntos de vista: qué es lo que yo espero, a quién aportamos esperanza en estos momentos y qué es lo que espera Dios de mí.
Es verdad que nos cuesta un poco entrar en en el silencio, a veces necesitamos que nos dirijan desde fuera, pero es Dios mismo quien ha de trabajar desde su pedagogía. No se nos olvide que Dios trabaja de dentro a fuera y que los que comparten con nosotros en cada momento, solo ayudan y dan pistas para que entremos en la dinámica de Dios. Hace falta dinámicas de silencio, porque no estamos acostumbrados.
Elias buscaba al Señor para dar respuesta a los acontecimientos que estaba viviendo y sólo en el silencio encontró la respuesta, acordémonos del pasaje :"El Señor le dijo: "Sal y quédate de pie en la montaña, delante del Señor". Y en ese momento el Señor pasaba. Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto.Después del terremoto, se encendió un fuego. Pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó el rumor de una brisa suave. Al oírla, Elías se cubrió el rostro con su manto"
El caso es que el viernes nos dieron oportunidad para entrar en esa dinámica. Tuvimos la oportunidad de rezar, de reconciliarnos de compartir en la Eucaristía aquello que estuvimos reflexionando, de ponernos en confianza y sentirnos haciendo un poco más comunidad. Damos las gracias a los que han hecho posible que podamos encontrarnos un rato con Dios y espero que cada día podamos sacar un rato de oración, de encuentro con quien es la fuente de la vida.
Señalo algunas cosas que a mí me parecieron interesantes:
- Esperar no es soñar adormeciéndose, no es creer en una Providencia tapagujeros. Esperar es dar un paso hacia delante y caminar hacia lugares donde no hemos pisado, es creer en el otro...
- El adviento es para todos, pero especialmente para los que sufren, porque necesitan un cambio en sus vidas y el mensaje de Jesús lo trae.
- El encuentro con Dios es más serio que una serie de tradiciones más o menos emotivas que repetimos cada año.
- La realidad está aquí y nosotros esperamos la venida definitiva. Mientras esto sucede, otros muchos están atentos al motivo y la fuente de nuestra esperanza. Que seamos esperanza para que sus vidas cambien.
- Abre los sentidos: escucha los silencios que hablan. Olfatea a las personas que viven en otros ambientes que no son los tuyos. Palpa las realidades de los hermanos con heridas. Mira con tus ojos ese horizonte, lo que nadie enseña, lo que el mundo esconde. Gusta todo lo que tienes y se te ofrece: la vida a raudales y gratis, porque nadie te va a pedir nada por gustar la vida. Y haz que penetre en tí el Espíritu de Dios que transforme todo.
FELICIDADES. PODEMOS CAMBIAR LAS ESPERANZAS DE TODOS Y CONVERTIRNOS EN ESPERANZA PARA ESTE MOMENTO CONCRETO DE LA HISTORIA EN LA QUE VIVIMOS.
Nota: Si pincháis en los enlaces, hay dos canciones.
esta se escucha mejor aquí, la puedes descargar para tenerla.
http://www.brotesdeolivo.es/index2.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=497&Itemid=14
Un abrazo de todo el equiopo de la Delegación Diocesana de Enseñanza
