BOLETÍN DIGITAL DE LA DELEGACIÓN DIOCESANA PARA LA EDUCACIÓN

OBISPADO DE HUELVA

lunes, 24 de mayo de 2010

PENTECOSTÉS


LLegó la fiesta de Pentecostés. Salimos juntos a recibirla con nuestro Obispo porque es la fiesta de la Iglesia, al igual que cada domingo es Dios quien convoca, pero ayer, de manera muy especial.Han pasado cincuenta días de Pascua y nos recordamos mutuamente que necesitamos sentirnos en la presencia del Espíritu para llevar esta hermosa tarea de ser en medio del mundo un foco de esperanza.


Siempre pienso en esta fiesta con ilusión porque no sólo es la confirmación de una promesa, sino que es la realidad de nuestra vida. Es una fiesta para dar gracias a Dios porque sigue apostando por nosotros, muy a pesar de lo que pensemos. Es el tiempo del hoy, de hacer vida lo que Dios nos ha regalado y también es el tiempo de la ilusión y de la entrega, de ser capaces de ponernos a soñar con lo que nos falta para que este mundo sea un lugar como Dios lo quiso. No, no es cuestión de fuerzas, es cuestión de Amor, de cambiar la mente y el corazón, de buscar más allá de lo encontrado, de seguir navegando con la Barca de la Iglesia rumbo a Dios. Es momento de justicia y de paz, es momento de adentrarnos cada vez más en la presencia eterna de ese Dios que cambia todo el CAOS en vida y que hoy renueva y apuesta por la humanidad una vez más.


Somos sembradores de esperanzas ciertas, no es algo incierto porque cuando vivimos y celebramos la vida...no estamos siendo ilusos, sino que todo lo que tocamos y constatamos, no podemos sino hablar de ello.


Ayer, en muchos lugares se celebraba el día del Apostolado Seglar, el dia en el que constatamos con certeza lo que somos capaces de dar al mundo desde los carismas que el mismo Espíritu suscita para el bien común. Felicidades, pues, a todos los que llevamos en nuestras manos la labor preciosa de la educación de los hombres y mujeres del siglo XXI.
Lo que es la Iglesia movida por el Espíritu Añado la homilia del Papa por si alguien quiere acceder a ella.